El atractivo masculino de un rostro puede definirse como una suma de simetría, equilibrio y armonía. Independientemente del género, todas las caras presentan imperfecciones en una o más características. Sin embargo, algunas de esas imperfecciones que no son deseables en las mujeres pueden ser aceptadas en los hombres.
El look masculino contemporáneo incluye contornos afilados de la cara, una nariz fuerte, una estructura malar-media de la cara importante, y una poderosa mandíbula con la barbilla bien definida.
Teniendo en cuenta estos cánones y la equiparación de la preocupación por el aspecto físico entre hombre y mujeres, el uso de inyectables en pacientes de sexo masculino ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años.
Tercio superior:
Las cejas deben conservar una posición baja, un arco más plano y con una frente musculosa. Una elevación y arco excesivo de las cejas con una corrección total de líneas de la frente y región periorbital no son deseables. Los ojos masculinos son más estrechos o menos abiertos y los párpados están cerrados ligeramente. Esta es otra razón para evitar el bloqueo excesivo con botox de la zona periorbicular.
Tercio medio:
Los hombres tienen los pómulos más proyectados de manera anteromedial y las mujeres los tienen más de forma lateral. Tanto pacientes como médicos estamos de acuerdo en que inyectar materiales de relleno en los pómulos nos daría una apariencia femenina, salvo si el tratamiento tiene una razón correctiva.
El uso de rellenos dérmicos está plenamente aceptado en el surco nasolabial. Los pacientes varones con flacidez y hundimientos relacionados o no con lipodistrofias, son candidatos para la corrección de las mejillas con rellenos volumizadores.
Tercio Inferior:
El atractivo de la mujer está, en buena parte, en los pómulos y en los hombres se encuentra en la barbilla. El uso de voluminizadores en el mentón es muy apreciado por los pacientes de sexo masculino. Un aspecto fuerte y masculino se obtiene mediante la creación de un mentón cuadrado.
Los hombres presentan labios finos, especialmente el superior. A veces, para ellos la palabra «relleno» es todavía un tabú; por eso se requiere experiencia en la comunicación con el paciente masculino para tratar los labios con rellenos. A veces una simple hidratación de los mismos puede ser suficiente.
